Una Amante Secreta [Tony Reategui & Tu] ... Hotmantica

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PARTE 3

-¿Y piensas que por decirlo en tono decidido vas a ser capaz de hacerlo? -ella enrojeció-._____, asumámoslo, la química existe y por el hecho de que seas mi amante, no quiere decir que no podamos trabajar juntos. Los dos estamos centrados en nuestro trabajo y no buscamos relaciones a largo plazo

-Veo que lo tienes todo planeado -dijo ella, con el pulso por las nubes.

-Yo no diría tanto, pero sí -sonrió-. Quiero que aceptes el puesto aquí, en Barbados. Supongo que tardarás casi todo el año en poner en marcha la oficina, y durante ese tiempo podríamos pasarlo bien.

-¿Crees que la química no durará más allá de un año?

-Creo que debemos planteamos las cosas de un día para otro -repuso Tony.

-Eso es fácil de decir para ti. Cuando la cosa se acabe, no serás tú el que se preocupe por perder su trabajo.

-¿Crees que cuando deje de acostarme contigo te despediré? -pareció disgustado-. Creía que habíamos avanzado en eso de que era una rata despiadada.

-Realmente no pienso eso de ti -murmuró ella, avergonzada-. Pero me pregunto si me has ofrecido este puesto porque quieres llevarme a la cama.

-_____, primero soy un empresario -sacudió la cabeza-. No te hubiera ofrecido el puesto si no pensara que eres la persona más adecuada para él. Hay mucho dinero en juego y no quiero arriesgarme en esa nueva aventura.

Se sintió un poco tonta por haberle hecho esa pregunta. El camarero les sirvió café y dejó la cafetera en la mesa. _____ pidió una tostada para desayunar.

-¿Sólo vas a pedir eso? Anoche apenas cenaste. Deberías estar hambrienta.

-No, será suficiente. Normalmente no desayuno.  Tony  pidió tortitas con jarabe de arce y _____ sintió que se le revolvía el estómago con sólo pensar en ello. De hecho, hasta el olor del café la molestaba. Tal vez fueran los nervios por la discusión. Apartó la taza y se sirvió agua.

-¿Estás bien? -preguntó  Tony - Estás un poco pálida. -Es el efecto del clima tropical -explicó-. Pronto tendré mejor aspecto.

-Siempre estás preciosa -dijo él suavemente-. ¿Entonces qué dices? ¿Probamos? ¿Vemos hasta dónde nos lleva esto?

Sus palabras eran despreocupadas, pero sus ojos la miraban con gran seriedad. Su propuesta le sonaba por un lado excitante y por otro, peligrosa.

-Lo pensaré,  Tony  -murmuró-. Además, aún no sé si voy a aceptar el trabajo que me has ofrecido, y supongo que una cosa depende de la otra. No puedo ser tu amante si vivo en Londres y tú aquí -intentó mantener el mismo tono informal que usaba él.

-Me parece justo -accedió él-, pero aunque no quieras seguir con nuestra relación, me gustaría que consideraras la posibilidad de aceptar el trabajo aquí.

-No te preocupes, yo también pongo el trabajo por delante de todo lo demás.

_____ se preguntó qué le gustaría, cuáles serían sus pasiones... el trabajo era su amante más querida, pero tenía que haber algo más.

-Te veo muy pensativa -dijo él de repente. -¿Sí? Estaba pensando en lo poco que te conozco, y sin embargo, estamos desayunando y hablando tranquilamente de tener una aventura.